Ceremonia conmemorativa del 8 de mayo de 1945

La ceremonia conmemorativa del 8 de mayo de 1945, en honor a los veteranos y soldados que murieron por Francia durante la Segunda Guerra Mundial, se llevará a cabo en el Liceo francés Louis-Pasteur de Bogotá el domingo 8 de mayo a las 9:00 a.m.

Dicha ceremonia será presidida por Sonia Barbry, Encargada de Negocios a.i. de la Embajada de Francia en Colombia.

Invitamos a la comunidad francesa a unirse a este evento.

La guerra ocurrió, trágica y aterradora. Nada volvió a ser como antes. Unidos y fraternales, no olvidamos.

La guerra está ocurriendo, cercana y dramática. La cara de Europa ha cambiado. Unidos y fraternales, lo sabemos.

Este 8 de mayo de 2022, en todas las ciudades y pueblos de Francia, en nuestras plazas, plazoletas y jardines municipales, ante nuestros monumentos y memoriales a los muertos, conmemoramos el septuagésimo séptimo aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa con una singularidad especial, escuchando los ecos dolorosos del tiempo.

El 8 de mayo de 1945, nuestro continente vio el fin de cinco años de tormentas, dolor y terror. La euforia de la victoria iba acompañada de la angustia por el inmenso sacrificio realizado. En medio de esta alegría conmocionada, los abrazos sólo hicieron olvidar por un momento las ciudades en ruinas, los campos exangües, los familiares desaparecidos y las restricciones. La humanidad pagó el precio más alto de su historia, vio cómo la barbarie nazi cruzaba el umbral de la inhumanidad y lo indecible, y descubrió, aturdida y horrorizada, que podía destruirse a sí misma.

Cada año, con lealtad y gratitud, la Nación mira con afecto a los que murieron por ella, a los que lucharon con abnegación y ayudaron a acabar con el flagelo nazi.

Recordamos la lucha feroz de las Fuerzas Armadas de Francia y sus aliados en todos los frentes, los Franceses Libres que nunca dejaron de luchar, el coraje de los combatientes de la Resistencia en el interior, cada francés y cada francesa que se negó a ser abatido, este ejército de luces en la oscuridad.
Siguiendo los pasos del general DE GAULLE, permitieron que Francia siga siendo Francia.

Para nuestro país, esta lucha tomó muchas formas y la victoria muchos caminos. Requirió mucho valor, lágrimas, dolor y sacrificio. Hace 80 años, en 1942, la heroica falange de los franceses de Bir-Hakeim se enfrentó a divisiones italianas y alemanas. En un océano de arena, resistieron a todos los ataques. Hoy en día, todavía encarnan el orgullo de nuestro país y hacen vibrar los corazones de los pueblos libres. También recordamos el asalto al puerto de Dieppe, el sacrificio de los soldados canadienses, británicos y estadounidenses que allanaron el camino para la liberación de Francia. Todavía se escuchan los gritos y las lágrimas de los acorralados del terrible mes de julio de 1942, de las víctimas, mujeres, hombres y niños, de la ignominia y la locura criminal.

Nosotros, que conocemos la fragilidad de la paz, aprendemos del pasado, los muertos nos enseñan, porque la memoria es una herencia tanto como una lección.

En primer lugar, la unidad de Francia, que nunca es tan fuerte como cuando está unida y es solidaria, cuando evita la furia de la disensión y la división, cuando reúne lo mejor de sí misma para construir las ambiciones del Consejo Nacional de la Resistencia.

En segundo lugar, el camino hacia una Europa, que fue el único para la reconciliación de las naciones europeas, que fue moldeado por los sueños de varias generaciones sucesivas, y sigue siendo el camino de la esperanza en el progreso colectivo, el camino del rechazo al nacionalismo y el camino de una hermandad viva.

Por último, este camino hacia la unidad y una Europa no es nada sin el apego visceral de Francia a la dignidad humana y a sus derechos fundamentales. Seguimos juntos en esta lucha, incansables, como franceses, como europeos, y como hombres y mujeres libres.