Abolición de la pena de muerte [fr]

Por su firme compromiso a favor de la abolición universal, Francia ocupa hoy un lugar destacado entre los principales Estados comprometidos en la lucha contra la pena de muerte.

La abolición de la pena de muerte es una causa con una fuerte carga simbólica, que recuerda la universalidad de los derechos humanos.

La pena de muerte no es un instrumento eficaz en la lucha contra la delincuencia. La pérdida de vidas humanas que conlleva es irreversible y ningún sistema jurídico está a salvo de un error judicial. Recurrir a la pena de muerte no es emplear un mero instrumento de política penal, sino que es una violación de los derechos humanos. Son muchos los textos internacionales que prohíben su aplicación.

La concienciación mundial a favor de la abolición de la pena de muerte avanza en todos los continentes, independientemente del tipo de régimen político, del nivel de desarrollo o de la herencia cultural.

Asistimos a una tendencia a la baja del número de condenas a muerte y de ejecuciones en el mundo.

La abolición de la pena de muerte en Francia

Siguiendo el compromiso y el discurso en la Asamblea Nacional francesa del ministro de Justicia de entonces, Robert Badinter, la Ley de 9 de octubre de 1981 abolió la pena de muerte en Francia. Aquella ley reforzó el combate que Francia venía librando desde hacía tiempo a favor del fomento de la dignidad humana.

«Mañana, gracias a ustedes, la Justicia francesa ya no será una Justicia asesina. Mañana, gracias a ustedes, en las cárceles francesas ya no habrá ejecuciones furtivas para vergüenza nuestra, al alba, bajo el dosel negro. Mañana, habremos pasado la página sangrienta de nuestra Justicia».

Fragmento del discurso de Robert Badinter, ministro de Justicia, sobre la abolición de la pena de muerte en la Asamblea Nacional francesa el 17 de septiembre de 1981

El derecho francés prohíbe la expulsión de cualquier persona a un país en el que podría enfrentarse a la pena de muerte.

La abolición de la pena de muerte se introdujo en la Constitución de la V República mediante la Ley constitucional de 23 de febrero de 2007. Ahora, el artículo 66-1 de la Constitución estipula que «no se puede condenar a nadie a la pena de muerte».

La pena de muerte en el mundo

A día de hoy, más de dos terceras partes de los países del mundo han abolido la pena de muerte de iure o de facto. En 20 años, más de cincuenta Estados han prohibido la pena de muerte en su legislación.

En 2021,

  • 106 Estados han abolido la pena de muerte para todos los delitos,
  • 8 la han abolido para los delitos de derecho común,
  • 50 mantienen una moratoria sobre las ejecuciones.

Lo que suma 164 Estados en total.

Sin embargo, se sigue aplicando la pena de muerte en 54 Estados y territorios.

Para más información, consulte la página web del Ministerio para Europa y de Asuntos Exteriores francés..

publié le 29/09/2022

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