Locura por los vinos y bebidas espirituosas galos
El año 2012 fue como un gran reserva para los vinos y bebidas espirituosas franceses en el extranjero. En general, las ventas crecen y los inversores internacionales se interesan por los
viñedos galos. Los enólogos de este país también son muy solicitados para desarrollar viñedos en el mundo.
Los vinos y bebidas espirituosas franceses siempre han estado muy cotizados y los resultados de 2012 marcaron la buena salud del sector. Según la Federación de Exportadores de Vinos y Bebidas Espirituosas (FEVS en sus siglas en francés), la cifra de negocios de las exportaciones creció más del 10% hasta 11.150 millones de euros, un alza similar a la registrada en 2011. Los vinos obtuvieron 7.600 millones de euros de cifra de negocio, un 8,5% más, y las bebidas espirituosas 3.500 millones, una subida del 13,5%. Francia vende 2.500 millones de botellas anuales, y el valor de sus productos creció un 10%, siendo superior al del volumen de exportación, que subió un 1,6%. Es decir, que los compradores internacionales no dudan en pagar muy caros sus caldos galos predilectos.
Gracias a la fuerza de más de 500 empresas exportadoras, los vinos y bebidas espirituosas conservan la segunda posición en el excedente de la balanza comercial, por detrás de la aeronáutica y delante de los perfumes y cosméticos, con el 86% del excedente del sector agroalimentario.
La concentración geográfica de las exportaciones sigue siendo vigorosa. Los diez primeros mercados representan más del 75% del valor total de las exportaciones galas. Estados Unidos sigue siendo el primer destino, con más de 1.900 millones de euros, un 13,1% más, y un crecimiento más marcado en los vinos (18%) que en las bebidas espirituosas (un 8% más). Le siguen Reino Unido, con 1.500 millones de euros (un crecimiento del 5,7%) y China, con 1.000 millones (un 17% más). Las mayores alzas corresponden a Rusia (37%), Australia (32%) y Taiwán (25%). En total, la Unión Europea ya sólo representa un 41% de las exportaciones respecto al 50% en 2010. Este reparto ilustra muy bien el dinamismo de los mercados de países terceros, en concreto Asia, frente a la relativa atonía del mercado europeo.
En los vinos, los Burdeos y Champagne, con un alza del 15% y del 4,7% de su valor, respectivamente, aglutinan el 60% de las exportaciones totales, muy por delante de los caldos de Borgoña (6% de las exportaciones y un 8,5% más de valor). Aunque el Champagne sigue siendo muy cotizado, sobre todo en Asia, el vino de aguja, sobre todo de Borgoña, gusta en Estados Unidos, Suecia, Bélgica y Japón, donde las ventas crecen un 25% anual.
Con cerca de 2.400 millones de euros de exportaciones (un alza del 17,1%), el coñac supone más de dos tercios de las ventas de bebidas espirituosas del mundo. Sus principales salidas son Estados Unidos (con 924 millones de euros y un alza de cerca del 8%), por delante de Singapur (562 millones de euros, un 26% más) y China (471 millones de euros, un 26,3% más). Con más de 372 millones de euros de exportaciones (2,6% más), el vodka es el segundo producto espirituoso más vendido en el mundo.
Viñedos muy cotizados
Mientras las ventas de vinos y bebidas espirituosas se mantienen, los inversores extranjeros también se interesan por los viñedos galos. Los más activos son los chinos, que desde 2011 han realizado más de 30 operaciones de compra en la región de Burdeos y otras 60 estarían en negociaciones. Estos nuevos compradores evitan los vinos gran reserva y apuestan por denominaciones intermedias, con precios que oscilan en torno a los 5 millones de euros frente a más de veinte veces más por un gran reserva. En 2012, los chinos también se implantaron en Borgoña con la compra por 8 millones de euros del castillo de Gevrey Chambertin.
Los chinos siguen la estela de compras de otros inversores extranjeros, en concreto japoneses, muy presentes en la región bordelesa, así como británicos, americanos y belgas.
Una experiencia reconocida
Mientras los inversores extranjeros en Francia siguen los consejos de los experimentados viticultores locales, aquellos que desean producir vino en sus países también recurren al conocimiento de los profesionales galos. Estos embajadores del vino son desde jóvenes diplomados a expertos reconocidos repartidos por los cinco continentes. Trabajan en Argentina, Chile y en los contrafuertes peruanos de los Andes, elaboran vinos en el sur de Australia así como en Armenia, Canadá y Estados Unidos, sin olvidar Europa (España, Portugal, Rumanía e Italia). Los enólogos franceses empiezan a estar muy solicitados en India y en China, donde la producción de vinos nacionales crece de forma exponencial.
Sylvie Thomas
Más info : www.fevs.com